EL ESTAFADOR #128: SUBVENCIONES
06/06/2012
Justo ahora que íbamos a pedir una subvención para EL ESTAFADOR las quitan todas. Al menos siempre nos quedará hacer un especial sobre el apasionante mundo de las subvenciones, a partir de las cuales muchos dibujantes conseguíamos editar ese primer tebeo con logotipos en la contraportada convenciendo a Ayuntamientos y demás instituciones de la importancia de la cultura y el cómic. Las mismas instituciones que se gastaban los dineros de verdad en aeropuertos y grandes eventos deportivos de mucho ruido y nada de nueces. Porca miseria.
Javiencionado
ATENTAMENTE
“Partiendo de la base de la gran aportación de luz y color que un patio lleno de macetas aporta a nuestra idiosincrasia e identidad, a la industria del turismo sostenible que tanto nos aporta a todos y a una proyección exterior amable, palpable muestra de nuestra típica hospitalidad, ligada milenariamente a la ecología y a la economía sostenible. Teniendo en cuenta que dispongo de un soleado patio (documento 1) de 15,70 m2 con maceteros de 40 cm de diámetro (foto 1), ocupando en dos filas paralelas separadas por 50 cm todo el perímetro de paredes esmeradamente encaladas de blanco inmaculado (foto 2), y que en el suelo revestido de azulejo típico de la tierra esmeradamente escogido (foto 3) se ubican macetas en toda su extensión de la más variada flora autóctona (salvo el lógico paso previsto para labores de riego y mantenimiento técnico y visitas cultural-turísticas, y el espacio ocupado por una antigua moto fotografiable e idiosincrática situada al fondo). Y contando además con los gastos de agua, tierra, reposición de semillas, dedicación personalizada, acompañamiento de visitantes y la necesaria vigilancia perruna de raza, solicito a esa Dirección General subvención de 81,50 € mensuales por macetero con planta.
Atentamente”.
“Habiendo valorado detenidamente, en comisión reunida a tal efecto, su solicitud, resuelvo concederla en los términos expresados en la normativa vigente, recordándole la obligación de colocar en lugar bien visible de una de las paredes de blanco encalado, logotipo de nuestra Comunidad Autónoma de 50×50 cm, el cual le será suministrado a su debido tiempo, y avisándole de la correspondiente visita de inspección que tendrá lugar una mañana que refresque un poco.
Atentamente”.
Un murmullo de silencio, por contradictorio que pueda parecer, recorrió la Asamblea Local de Brujas y Magos. La noticia había caído en la multitud como un jarro de agua fría. Helada, más bien. Nadie se movía, conmocionados por lo que suponía la noticia: el Consejo Central de Magia, Festejos y Malabares Varios había retirado la subvención para el Festival Anual de Fuegos Fatuos. Por primera vez en varios siglos, el festival no se celebraría.
La asamblea, llorosa y abatida, se disolvió y cada cual marchó a su casa a lamerse una nueva herida provocada por la crisis.
-No entiendo -dijo el mago-. ¿Qué tiene que ver la crisis con la magia?
-No tiene nada que ver, te lo he dicho mil veces -le respondió la bruja-. Todo es un montaje, una estafa, para obligarnos a renunciar a nuestros sortilegios y bebedizos.
-Pues vaya.
-¿Y si les metemos su subvención por el culo?
-Imposible. ¿Cómo vamos a hacer tal cosa si no nos han dado la subvención? No se puede meter en culo ajeno algo que no se tiene. De hecho, no puede hacerse ni en culo propio.
-Hablaba de forma figurada. De forma figurada sí se puede.
-Ah.
-Pasemos del Consejo Central y montemos la fiesta por nuestra cuenta.
-Pedazo de idea. ¡Viva la desobediencia mágica!
-Tenemos que avisar a la peña: cuantos más seamos, más divertido.
-Me sé un encantamiento que hace que las noticias corran como la pólvora.
-Estás tardando
Y así, al grito de AUTOGESTIÓN Y TRIPAS DE SALAMANDRA PARA TODOS, el mago y la bruja pasaron de la subvención e hicieron lo que les dio la gana.
2 Comments
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me huele el pito a canela, con una subvención se me curará.
Todo estupendo como siempre, excepto Toni Nievas que tiene la gracia en el culo. Mira que lo he intentado pero no consigo pillarle el rollo. Creo que es porque transmite demasiado bien su condición de fracasado resentido.