16/06/2010
Dedicamos es número 41 de EL ESTAFADOR a las Obviedades. Ese tipo de cosas que se dicen para cubrir espacios de color gris, y que merecería la pena dejar vacíos, de tal forma que el mundo fuera menos cargado de gilipolleces y lugares comunes. Un número donde contamos con una nueva incorporación: el dibujante y viajero Julio A. Serrano, que ya ha participado como estafador invitado un par de veces. Además, desde aquí queremos agradeceros a todos los que vinistéis al concierto ilustrado de Love of Lesbian + El Estafador vuestra asistencia y calorcillo en un concierto que resultó ser un fiestón total. En especial, queremos agradecer a Love of Lesbian su actuación y su buen rollo. En breve esperamos poder contar con un video que publicaremos aquí. De momento, os dejamos con unas fotos del concierto, de nuestro fotógrafo oficial, Ernest Rupérez… Que empiece la fiesta!!!
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Las cosas caen por su propio peso. Ayer me comí yo, una pera y una tajada de melón –me dice mi madre-. Sin embargo, el peso de una madre nunca desaparece ni cae, para bien o para mal, porque no todas las madres son buenas, y ésta es la primera obviedad. La familia y sus tentáculos, el dinero y su desidea. Familia y dinero siempre juntos, para bien y para mal. Herencias, pérdida de la inocencia, para bien y para mal. He visto en las colinas de pinos de Cerrado de Caladerón a seres abominables tener familia, a hijos callados con dinero de quita y pon, a padres herméticos con frigoríficos llenos, a hijos que son como sus padres, a padres que son como sus hijos. La familia es una mierda, y ésta es la segunda obviedad. Y luego, fruto de toda esta elaborada trama familiar, aparecen los de los discursos, con sus días de Corpus Christi y su palabrería de imágenes santas en las que se empeñan en que creamos. El cuerpo de Cristo, catecismos sin monos y ésta es la tercera obviedad. Mi madre siempre tan sabia dice una verdad como un templo: Joaquina que pronto arregla las cosas. Plegaria a la anarquía y a todos aquellos que no se rinden aunque tengan 93 años. Nunca de rodillas ante las palabras mayores y sus recomendaciones. ¿Dónde estará el forro por dónde se pasan las cosas?
La casa de mi madre es tan pequeña como una caja de cerillas, su hogar dulce hogar con todas sus imperfecciones. La casa de mi madre está en un barrio lumpe pero para ella, es su reino, el lugar donde mejor se está, y ésta es la última obviedad, como en la casa de uno no se está en ningún sitio. Déjalo ahí, ahora me lo tomo.
Bravo Trujillo
Ilustración animada: Chuso Ordi
Javirroyo
Pepo Pérez
Susipop
Martirena
Troche
Mireia Pérez
Joaquín Reyes
Adao Iturrusgarai
Jonathan Millán y Miguel Noguera
Javi Cejas
Venga Monjas
Julio A. Serrano
Liniers
Tute
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Pepo Perez, qué grande.
pues yo lo encuentro un poc aburrdio al Pepo Perz, esas tiras de critica que hace en RDL y estas de aqui… no se, creo que la palabra es CANTAMAÑANAS
cantamañanas andaluz para mas señas. que arte
«Kevin Johansen es relindo».
Dios, qué risa.
Molan los dibujos de Adao 🙂
Pues a mí Pepo siempre me gusta.
Es más, me encanta…
Y eso de «cantamañanas andaluz», inntenta ir en tono peyorativo?
[…] This post was mentioned on Twitter by Francesc Aldabó, Estafador. Estafador said: El estafador mas obvio, aquí: https://elestafador.com/estafador/2010/06/el-estafador-41-obviedades/ http://bit.ly/albrY8 […]
A mi Pepo Pérez me parece guay, siempre me gusta lo que hace ¿Y Juanjo Sáez, dónde anda?
Es una obviedad que el aporte de Liniers no tenga relación con el tema propuesto. Por lo tanto esta vez si guarda relación.
El de Tute no se si tiene que ver pero está muy bien.
Dicho lo anterior también digo que L. es un artista que me gusta por lo que hizo en Bonjour y Comiqueando. Y también el primer tiempo de Macanudo. Y el arte de «La lengua popular» de Calamaro.
Los minipuntos de este numero van para Javirroyo que me he reido un montonazo con sus sintesis de una vida «obvia» y Troche muy poético…
A mí el chiste malo del «regalo» de Susipop» me ha hecho reír, y con el de Jonathan Millán y Miguel Noguera me he partido. No sé exactamente por qué, pero el humor de estos dos últimos siempre hace que me ría; es tan absurdo, y además el gesto de sorpresa del monigote… es como un «¡ah, me olvidado la cartera!» pero con una tromba enorme de agua que lo va a matar. ¿Y de dónde viene toda esa agua? Surrealista. Me encanta.