Me iba a poner a hablar de corrupción, de acuerdo a este número especial de EL ESTAFADOR, pero me he dicho interiormente: «Para qué hacerlo, Javi, si va a acabar pareciendo un editorial de cualquier periódico«. Y eso no. Así que dicho y hecho. No voy a hablar de corrupción, simplemente os dejaremos aquí unos cuantos links que hablan por sí solos de como está el panorama:
http://mun.do/wVeZyh
http://mun.do/zWuxjn
http://bit.ly/AD49ng
http://bit.ly/y1AvAZ
http://bit.ly/A9ZbWe
GANA UNA ENTRADA PARA EL GRAN FIESTÓN DE LOS 100 ESTAFADORES Y LA ESTRELLA DE DAVID!!!
Para celebrar que somos gente enrrollada y muy guay, vamos a hacer un concurso para regalar 10 entradas para el concierto 100 ESTAFADORES y LA ESTRELLA DE DAVID que se va a celebrar en Barcelona este viernes a las 8 y media de la tarde en la sala Music Hall, donde estaremos muchos dibujantes estafadores garabateando en directo mientras los del grupo musical cantan canciones y los JAmon Brothers ponen el broche bailongo. El concurso (es un concurso rápido que se termina el jueves 19 a las 20:00 horas) consiste en que dejéis en los comentarios de este número de EL ESTAFADOR una rima que tenga que ver con la CORRUPCIÓN (el tema de esta semana). Entre todas la que se escriban hasta las 20:00 horas el jueves, el comité de sabios estafadores elegirá las 10 más ingeniosas y ocurrentes que ganarán una entrada para el concierto ilustrado del viernes.
Si lo que queréis es ir directamente, sin concursos ni nada, podéis comprar las entradas del gran fiestón directamente aquí: http://www.codetickets.com/fina-estampa/es/finaestampa.es/5/
…..Y ahora: LA CORRUPCIÓN, amiguitos!
Javihaydelomío
Hay muchos que nos lo dijeron mucho antes: el dinero es dios. El becerro de oro o la Vie en Rose. Mi madre diría otra cosa: No sé como se le cae la cara de vergüenza. Claro que como Bernado, no conocen ni la vergüenza ni la han conocido. Mi padre estuvo la vida trabajando en una fabrica de ladrillos, fue un perdedor duramente represaliado por sus ideas anarquistas, quería hacer el bien y lo condenaron a cinco años de trabajos forzados. Mi Città aperta. Los que hacen el mal ni se les castiga ni se les deshonra parece que los tiempos han cambiado quedan libres e inmunes. Poderoso caballero es don dinero. Quizás siempre ha sido así, y siempre será así. La idea calvinista de que nada puede cambiar por nuestra naturaleza depravada: la utopía de la realidad. Y en ella estamos.
Allí nos construyeron un mundo de cartón piedra como en las viejas películas de Hollywood, donde todo parece funcionar con una inercia barroca, adornar la vida para esconder la muerte. Nos hicieron la vida más fácil como en la granja de pin y pon. Nos hicieron creer que vivíamos bien, que éramos libres y que el mundo era abarcable. Nos entretuvieron con cosas, como la vieja de “Cristal Oscuro”. Cargados de cosas pasábamos la historia, nuestra historia como protagonistas. Nos llevaron al cielo para despojarnos de aquellas ideas adolescentes que lo cuestionan todo: la familia, la propiedad privada y estado. Nos dejaron en la edad del pavo, en un día de acción de gracias eterno con las trampas y el cartón. Nos quitaron la piedra de Caín y quedamos ciegos como en el viejo cuento de Boris Vian. Ciegos estamos, con la voz de otros, repetimos las ideas de las manzanas podridas donde todo tiene un precio, todo se compra y se vende. Y como dice Juanjo, pasamos a ser esclavos de la estupidez.
Bravo Trujillo
Javirroyo
Javi Cejas
Tute
Javier Mariscal
Javier Vázquez
Martirena
Xavier Àgueda
Terciopelo azul
La corrupción servía para dar miedo. Tanto si existía, como si no. Mete la mano, niña, métela en este alcantarilla dorada, que te vas a enterar. Al otro lado del tubo, encontrarás un brazo incorrupto, que es un brazo podrido de oro, el de una Santa.
Tú nunca vas a tener uno, ni en vida, ni cuando estés muerta. Para tí, no hay. Santa Teresa, Santa Tecla, cuántos brazos sueltos por el mundo. Otros mártires dejaron piernas, manos, hasta corazones. Cuánto órgano incorrupto desperdigado por el mundo.
Y luego, anda, llegó «Corrupción en Miami» que representa una podredumbre embutida en traje blanco y gafas de sol. Y esta ya no da miedo, pero no mola nada porque, en ésta, no hay misterio, ni santas, ni santos, ni huesos. Sólo nosotros metiendo la mano en la alcantarilla. A los otros, no les hace falta. Nadie grita. Todo es terciopelo azul.
Conozco un chico de Vitoria que con tanto hueso de santo escribe bonitas obras de teatro.
Montse Virgili
Ricken
Adrián Vélez
Javirroyo
Mortimer
Martirena
Adão Iturrusgarai
Carlos de Diego
Ministerio del miedo: Il Caffe Fiorino
Se habla mucho de la corrupción a gran escala y demasiado poco de la pequeña escaramuza, de las corruptelas de andar por casa. La corrupción de proximidad. Por ejemplo, el camarero de Il Caffe Fiorino al que voy a menudo, en la Plaza Lesseps. ese tipo es un corrupto, pero ejerce su tiranía discretamente, por lo bajini, sin que nadie pueda decirle nada. No se trata de que el tipo robe, o que se lleve a casa los servilleteros del bar. Qué tontería, ¿para qué iba a querer él unos servilleteros, dónde iba a ponerlos, y aún mas importante, qué iba a hacer con ellos una vez que se le acabaran las servilletas? Esas cosas sólo se las venden a mayoristas. No, no. No se distraigan de la cuestión fundamental: la corrupción de este energúmeno (y sí, ahora ya me atrevo a llamarlo por su nombre), es una CORRUPCIÓN PSICOLOGICA que ejerce sobre la clientela, en este caso yo, con disciplina de hierro. Vale, sólo me atosiga a mí con sus tejemanejes. Sus acciones no son evidentes, pero me molestan horrores. Apenas me dirige la palabra. Evita tocarme cuando me devuelve el cambio, yo qué sé, cosas así de fraudulentas. Sé que si pudiera, ¡me tiraría el café de Colombia hirviendo a la cara! ¡Ese camarero me odia! Detecto su corrupción perversa, ha convertido la cafetería en su particular ministerio del miedo, la presión cuando entro me asfixia, comprar un café allí es como jugar al ajedrez con un sádico. Valoro la posibilidad de dar un chivatazo anónimo a la franquicia central. La situación es insostenible. Lo peor es que no puedo dejar de ir. Me encanta el café que sirven, especialmente su aroma, me recuerda a La Pampa, aunque nunca haya estado allí. ¿Plantan café en La Pampa? No importa.
Carlo Padial
Martín Tognola
Tute
Paula Suárez
Diego Burdío
Cristina Spanò
Pau Anglada
Javirroyo
Javier Mariscal
Francisco Peña
Javier Vázquez
Martirena
Xavier Àgueda
Javirroyo