EL ESTAFADOR #116: DECLARARSE

14/03/2012

Nunca se ha escrito tanto como hoy en día. Escribimos e-mails, actualizamos el Facebook, twiteamos y chateamos como descosidos… Un amigo y colaborador de este medio al que pertenecemos, EL ESTAFADOR, me dijo un día que el Facebook era una trituradora de almas, un lugar donde se cuecen y recuecen las historias y los engaños, las declaraciones de intenciones y las declaraciones de amor, los sentimientos más ocultos y los más dispersos, todo junto, en una masa informe extraña y registrada meticulosamente por el Gran Hermano «feisbukero«. Probablemente nunca tanta gente se había declarado al mismo tiempo como hoy en día, porque nunca existieron tantos canales para hacerlo, y tanta gente actualizando… ¿Estamos ante un nuevo romanticismo? ¿Me he tomado hoy la pastilla?

Javirroyo

Javirroyo

Javi Cejas

Tengo casi 50, estoy muy enamorado y construyo castillos en el aire. Pájaros, siempre tuve muchos pájaros. Esta mañana al levantarme revisé la cuenta de mi banco porque tenía que hacer una transferencia bancaria y me di cuenta de que no me habían ingresado el dinero del paro. En un momento, al ver mi cuenta en números rojos y saber que quizás (no ahora porque este problema puede ser solucionado, o al menos eso espero) un día pueda llegar a ser esta situación permanente: no dinero, números rojos, no ingresos, deudas, impagos, más deudas, hasta llegar un momento que ya no sea yo y me haya convertido en uno de esos seres que vemos postergados y envueltos en cartones en una sucursal cualquiera bancaria, en una calle cualquiera. Me hace pensar, no, me hace gritar: ¡tengo miedo! Soy otro ciudadano asustado por un futuro incierto. Mientras tanto crecen los narcisos en los maceteros de mi balcón y Jay fuma un cigarrillo.

Bravo Trujillo

Sistema de Monos

Javier Vázquez

Martirena

Xavier Àgueda

Ricken

Tamayo

Adrián Vélez

El restaurante era de los buenos. La cena, soberbia. Para mi gusto, el rodaballo tenía demasiada pimienta pero nada grave. Elegí un anillo de oro blanco, elegante y discreto, con un pequeño diamante. El estuche estaba recubierto de un terciopelo azul muy sugerente. Un violinista se acercó en el momento acordado y tocó «With a Girl Like You» de The Troggs. Sabía a ciencia cierta que esa canción le gustaba. Ella escuchó todo lo que le tenía que decir y luego, habló:

Los rendimientos del capital romántico a integrar en la base imponible del amor son elevados, de eso no hay duda. Aunque, en esto debo ser sincera, lo cursi es difícilmente deducible. Las actividades sexuales realizadas y los rendimientos obtenidos, para qué te voy a engañar, dejan mucho que desear, eso es así. Hay varias exenciones que se podrían tener en cuenta: no cocinas mal y pareces cariñoso con los niños. Pero, definitivamente, tu base liquidable es de lo peor que he conocido. No me queda más remedio que decirte que no.

Dicho lo cual, apuró su copa de cava, echó un último vistazo al anillo y al pequeño diamante y se marchó.

Amigo, dijo el violinista, te ha salido a pagar.

Federico Montalbán

Martirena

Tyto Alba

Sergi Padró

Tute

Triz

Diego Burdío

Pau Anglada

Tute

Paula Suárez

Martirena

Tute

Martirena

Triz