21/03/2012
Si el siglo XX tuvo que cargar con la lacra de los fascismos y dictaduras políticas (con todo el aparato represivo y criminal que llevaban consigo), el siglo XXI, sin duda, se caracterizará por haber soportado la lacra de los fascismos económicos y las dictaduras de los beneficios. Derrocar países a base de golpes militares ya no mola, ya no es posible. Es necesario usar para ello otras técnicas mucho más sutiles y efectivas. Los responsables directos de los mercados financieros, las grandes corporaciones, yonkis del dinero en bolsa y sus ejecutivos son hoy en día los artífices de un sistema represor y terrorista que ataca directamente a los diferentes estados, con sus políticos atrapados en trifulcas bananeras del pasado, como marionetas sin voz ni voto, acometiendo acciones políticas en contra el pueblo que les ha votado. El siglo XXI, sí… el siglo del retraso y lo medieval. Me han dicho que en 2013 van a volver a instaurar el derecho de pernada. Mierda.
Javirroyo
Javirroyo
Javi Cejas
Sistema de Monos
Porque ¿qué otra cosa es si no el fascismo, más que un montón de gente haciéndose fotos alrededor de cadáveres?
Y ya que estamos de fiesta, cantemos esta alegre canción, «Terrorista» de M.C.D.:
http://youtu.be/wSdABWiu5FM
Javier Vázquez
Martirena
Xavier Àgueda
Ricken
Tamayo
Adrián Vélez
HORRORES DEL AYER, LA DIVERSIÓN DEL FUTURO
¿Para mantener la afluencia turística del municipio, algunos alcaldes europeos han tenido la idea de reconvertir viejos campos de concentración en parques temáticos. Son un éxito. Las colas para entrar son enormes. Sin perder su personalidad característica, las antiguas instalaciones de reclusión y exterminio son ahora coloridas atracciones para toda la familia: las duchas, el suero de la verdad o las camas eléctricas han desplazado a los divertimentos sin compromiso histórico, que ya nadie visita. Rodeado de simulacros bélicos y de simpáticos actores disfrazados de fascistas, el visitante – siempre con su brazalete a la vista -, revive plácidamente los horrores del ayer mientras disfruta de la música de moda tipo David Guetta intercalada con el sugestivo ruido de sirenas previo a un bombardeo nuclear. Mezclado con el olor a caramelo y coco, se percibe un ligero aroma a carne humana a la parrilla que, además de despertar conciencias, despierta también el apetito y gracias a cuyo reclamo los restaurantes de la zona hacen su agosto. Las tiendas de souvenirs agotan sus pastillas de jabón con frases divertidas, botes de huesos, o los pijamas del abuelo, con las iniciales personalizadas de tu familiar predilecto. Menudo regalo. ¡Y cómo les gusta a los niños dormir en los barracones-hostal! Reviviendo un pasado que nadie desea que vuelva, centenares de familias se apiñan tras las alambradas –para una mayor verosimilitud, no se ha impuesto un límite de aforo- mientras en las cercanías del parque, miles de personas venidas de todo el mundo – pertenecientes a toda clase de etnias y credos- llegan a las manos en su lucha por conseguir una entrada al lugar de moda. Alarmados ante estas aglomeraciones, desde megafonía se pide que se respeten los turnos y se recuerda, una vez más, que allí dentro hay sitio para todos. ¡Así que contengan las ansias!
Carlo Padial
Cristina Spanò
Sergi Padró
Tute
Diego Burdío
Pau Anglada
Paula Suárez
Alcalofo
Gallardo
Lola
Tute
Javirroyo
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«El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando», esto no lo digo yo, lo dice Miguel de Unamuno
Maravillosa la primera imagen. Joder, cómo me gusta.
¡Arriba España!
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