04/04/2012
1984 nos alcanzó. Ya nada es lo que era. La realidad ha copiado a la Ciencia Ficción y los periódicos de hoy en día podrían haber sido grandes novelas de este género tan solo 5 décadas antes. Los grandes señores de las finanzas y los medios de comunicación masiva, en una alianza secretérrima han conseguido tenernos a todos agarrados (y bien amarrados) por la parte genital. No hay vuelta atrás. Solo existe el movimiento hacia abajo de su ratón. Así que avance, vamos, avance, ¿qué hace ahí parado?
Javicción
Javirroyo
Javi Cejas
Sistema de Monos
¿Hacia dónde vamos? Sonrientes hacia la distopía. Avanzamos rápidamente hacia 1984. De cráneo y de cerebro. Amigos, el futuro era esto. No hay más. Se trata de dominarlo todo. Hacemos electrodomésticos que hablan para mandarlos callar. Hacemos que se muevan para ordenarles que no se muevan. Dominar, poseer, abarcar, controlar. Supervisar. El futuro está en una de nuestras manos. En la otra está el manual de instrucciones: un diario que desandar.
En el futuro ¿qué hay? Los Ganglios lo saben. Véanlo si no en este vídeo suyo de impecable factura. ¡Ratone y pioho! ¡Hay!: http://vimeo.com/35699268
También Un Pingüino en mi Ascensor tiene una canción del mismo título que este Estafador. Su canción más Aviador Dro (uno de los grupos más cienciaficcionistas que hay, por cierto):
http://grooveshark.com/#!/s/Es+Ciencia+Ficcio+n/3p8IyA?src=5
Javier Vázquez
Toni Nievas
http://www.flickr.com/photos/toninievas/
http://toninievas.lacoctelera.net/
Xavier Àgueda
Tamayo
Toni Nievas
Diego Burdío
Pau Anglada
Toni Nievas
Tyto Alba
Chema Peral
Paula Suárez
Martín Tognola
La Pintada
Me ha venido a la cabeza un grueso y desvencijado libro llamado “Ciencia-Ficción” que anduvo por casa durante mi niñez para poco después desaparecer sin dejar rastro. En él se nos relataba el futuro, pero resultaba extraño: la cubierta era llamativa, pero en su interior predominaban los tonos grises. No hablaba de guerras pero aparecían muertos, fuego y casas destrozadas. Salían médicos, espaciosos laboratorios y microscopios, pero no decía nada de curaciones definitivas. Los coches aparcaban solos mientras los conductores les increpaban con rostros desencajados. La palabra “Internet” predominaba, pero no se distanciaba mucho de “necesidad”; y los robots y los niños, apartados del mundo, se citaban a través de pequeños ordenadores. Los edificios nacían refulgentes conforme el suelo se resquebrajaba viejo y sediento. El globo terráqueo aparecía rodeado de satélites que se vigilaban entre sí y los millonarios subían a naves espaciales en camiseta y con el pulgar levantado. Salía un hombre parcialmente invisible y se multiplicaban por doquier imágenes de pantallas de TV con sonrisas de mirada aviesa. La información se podía guardar en una pequeña cápsula, y en la palma de una mano cabía un teléfono que hacía fotos y te conectaba con todos los pasados y todos los presentes. Curiosamente, cuando lo comenté en casa nadie lo recordaba.
Juanfran Molina
Carlos de Diego
Gallardo
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[…] No es verdad que la buena ciencia ficción nos muestre el futuro. La buena ciencia ficción se limita a caricaturizar el presente. El cómic de hoy es para El Estafador 119. […]
Fue excelente, señores, muchas gracias por este nuevo número. Saludos desde México.
Flor
¡El futuro ya llegó!
el futuro no existe!