Nunca habíamos pensado publicar este ESTAFADOR dedicado a la censura, porque aquí se censura todo lo que podemos. Nuestros autores sufren en silencio un tipo único y singular de hemorroides provocados por la falta de libertad de nuestro medio, pero eso les hace en el fondo ser más felices: desde la cúpula censora lo sabemos y nos gusta porque esta situación les lleva a un constante afán de superación. Pero al final nos hemos hecho los guays y aquí está EL ESTAFADOR especial CENSURA… Para nosotros la reina de la censura es la autocensura. Como buenos estafadores, sabemos que para conseguir nuestros propósitos y objetivos ocultos, debemos autocensurar nuestras palabras e ideales. El caso más sonado de autocensura se viene produciendo con nuestro presidente de barba bicolor e indecisa que no deja de pensar una cosa y decir lo contrario… No hablar de rescate para hablar de «préstamos internacionales a la banca española que lo necesita». Pobres banqueros españoles al borde de la quiebra… Jamás debimos de darle esos cursillos acelerados de Estafador. Ahora nos vemos como nos vemos, con el país vendido literalmente a los intereses ocultos de empresas multinacionales y con el estado del bienestar haciendo aguas… Pero nosotros seguimos creyendo en la Europa de las personas (no de las empresas), y para demostrarlo, en este número empieza a colaborar un autor de Eslovenia, Izar Lunazek, con el que esperemos paséis buenos ratos de humor universal… Viva Islandia! Viva Grecia! Viva Cuba!
Procedió a escribir su columna diaria. El proceso era el de siempre, “quemarlo todo” lo llamaba él. Cazar al vuelo lo que pasaba por su cabeza. Teclear absolutamente todo lo que pensaba acerca del tema del día gritando a la vez sus opiniones, lanzando insultos y todo el vitriolo de su mordacidad contra la pared de enfrente. Todo discurría velozmente, las ideas, las conexiones, las conclusiones, el café. El dedo acusador no temblaba. Las palabras crepitaban en la pantalla entre faltas de ortografía, metáforas lacerantes y ominosas comparaciones. Su crueldad formaba una sonrisa y una fuerza única circulaba por sus venas, empujando hacia la punta de sus dedos.
Pasada una media hora entre cigarrillos llegó el momento de corregir, ir eliminando esas faltas que poseían un vigor que sólo él comprendía. Adecuar los caracteres al tamaño de la columna. Respirar hondo, reflexionar, repensar, recular, respirar hondo. Confirmar algunos datos. Retirar la mano de la ratonera. Evitar quedarse a la intemperie, fuera de sitio. Tratar de ser justo. No ser cruel. No cargar las tintas. No cebarse en éste o aquél. ¿Para qué crearse un enemigo pudiendo evitarlo? Suavizar. Relativizar. Guardar la ropa. Dar una de cal y otra de arena. Ser agudo, sí, pero… Segundos antes de mandarla, decidió no guardar los cambios y enviar por una vez en su vida la primera versión.
muy bueno sistema de monos, enhorabuena! como siempre metiendo el muñon en la llaga…
y otra cosa que siempre veo y me mola es vuestra caligrafía, mencanta (dark pleasure)
javi foyo brutal, ya sabes que por poner lo del corte ingles te van a meter una bolsa en la cabeza esta noche y te torturaran poniendote powerpoints de mails en cadena hasta que declares que eres culpable o lo reenvies a 20 de todos tus amigos.
No sabía que Fran Collado fuese nuestro presidente (tutú-pisssh… chistaco malo y que solo entenderán unos pocos).
Sí, Diego: malo, malo…
Marc Torices es un gran fichaje!!!
Echo de menos a Juanjo Sáez, Liniers, Susipop y J.Serrano…..
!!
Censura ya!!
muy bueno sistema de monos, enhorabuena! como siempre metiendo el muñon en la llaga…
y otra cosa que siempre veo y me mola es vuestra caligrafía, mencanta (dark pleasure)
javi foyo brutal, ya sabes que por poner lo del corte ingles te van a meter una bolsa en la cabeza esta noche y te torturaran poniendote powerpoints de mails en cadena hasta que declares que eres culpable o lo reenvies a 20 de todos tus amigos.
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Comentario eliminado por el comentarista.
Lunacek me ha parecido una gran adquisición… Lo seguiré en la web.
Espectacular Tyto Alba. Decir tanto con tan poco… Aunque es más la censura propia de la doble moral yanqui que la nuestra.
Aquí se censuran otras cosas. Bastante más graves. Apocalípticas.
[…] Carlos de Diego (El Estafador) […]