EL ESTAFADOR #193: ABORTO

15/01/2014

La reforma de la ley del aborto nos deja de nuevo a la cola en Europa en cuanto a derechos de la mujer. Un ataque a la libertad de decisión de la mujer y de su cuerpo. Un billete sólo de ida que nos lleva de viaje al pasado a la velocidad de la luz. Al pasado hipócrita, rancio, lúgubre, casposo, retorcido, sexista, clasista, antidemocrático, facha, dictador, monoteísta, populachero, ramplón, sucio, derechista, piramidal, seguidista, corto, provinciano, españolnacionalista, cutre, franquista, corporativo, desigual, pobre… Al pasado oscuro y de olor a pis. Al pasado del que quizás nunca salimos porque nos gobierna la ultraderecha que nunca se fué. Si eres pobre y se te ha roto la goma mientras copulabas tendrás que parir obligatoriamente o abortar en una clínica clandestina sin la más mínima garantía. Si tienes pasta, podrás hacerlo en el extranjero, como lo hizo la mujer del mismísimo Mariano Rajoy en 1998 (Según el blog LA SEXTA NOCHE: http://goo.gl/RgONJd ). Es la hipocresía de un país retrasado.

Nosotros damos la bienvenida a un nuevo colaborador, Marc M. Gustà, que se une a este aborto de número.

Jaborto

Sistema de Monos

Álvaro Gastmans

Bárbara Alca

Javirroyo

Belisa Bartra

Ley de vida

2014. A partir de ahora, las mujeres tendrán prohibido abortar.

2015. A partir de ahora, se prohíben los viajes a Londres, y los cursillos de inglés.

2016. A partir de ahora, a cada hombre se le vaciarán los testículos. El semen recolectado será debidamente almacenado y permanecerá a resguardo del Estado, garante de la continuidad de la especie humana.

2017. A partir de ahora, y para evitar el quiebre de las empresas de preservativos, estas se dedicarán a fabricar divertidos complementos para fiestas con diferentes sabores: fresa, chocolate, menta…

2018. A partir de ahora, se prohíbe cualquier tipo de lectura no autorizada por el Estado. Se invita a todos los ratones de biblioteca, perroflautas, gente pensante y afines, a dedicar sus esfuerzos intelectuales a colaborar con la recolección de libracos y panfletos que ameriten una quema masiva.

2019. A partir de ahora, aunque no parezca una novedad, el uso de los medios de comunicación queda restringido a la clase gobernante y a sus verdaderos jefes.

2020. A partir de ahora, queda prohibido cualquier rasgo de humanidad.

2030.

Javi Cejas

Pau Anglada

Adao Iturrusgarai

Federico Montalbán

Hace un tiempo, Ana Mato, Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (sic), dejó claro su total incapacidad para decir algo más sobre maternidad, aborto o salud al declarar: «Mi momento preferido del día es por la mañana, cuando veo cómo visten a mis niños». Imaginando al engendro asistir al «momento» en el que, según ella, unos objetos a su servicio adornaban a otros objetos de su posesión, es inevitable aceptar que los amos también viven alienados. Esto no les hace menos culpables. Si hay algo alejado del concepto de mujer, o de hombre, para el caso es lo mismo, es esto. Si hay algo alejado de lo que significa ser madre, o padre, para el caso es lo mismo, es esto. Frente al modelo de cáscara vacía, de pija elitista, de [irreproducible], están las brujas, que siempre han sido mujeres que se han atrevido a ser geniales, valientes agresivas, inteligentes, incorformistas, exploradoras, curiosas, independientes, liberadas sexualmente, revolucionarias. Entre los siglos XV y XVIII nueve millones de ellas fueron ejecutadas. No es difícil imaginar a Gallardón, baboso cura laico, azuzando el fuego y a Mato bronceándose al calor de las llamas. El genocidio de género no ha acabado, solo adquiere las formas camufladas, escurridizas, de la postmodernidad. La historia oculta de la liberación de las mujeres comenzó con brujas y gitanas, porque son las más antiguas guerrilleras y luchadoras de la resistencia, las primeras pro aborto practicantes y distribuidoras de hierbas anticonceptivas. Con Gallardón en mente, con esa cara de anfibio y ese hablar de reptil, aparecen nuevos usos para las agujas de tejer que de nuevo deberán usarse para abortar. Esperamos la llegada de la Estación de las brujas, la revuelta de las hijas de Eva, los hechizos que liquidarán a predicadores, misóginas y gilipollas. Para convertirse en bruja basta con ponerse delante de un espejo y decir tres veces: Soy un bruja. Hermanas, ¿a qué esperáis?

[Nota: Las cursivas reproducen extractos de textos de W.I.T.C.H. (Women´s International Terrorist Conspiracy from Hell) sacados del libro publicado por La Felguera titulado con dichas siglas.]

Álvaro Gastmans