Tus propósitos para este año están por encima de tus posibilidades. Has puesto demasiadas esperanzas en 2021. En serio, piénsalo 2 veces. No queremos ser agoreros, pero seguimos en medio de una pandemia en un país pobre. Digámoslo alto, POBRE, donde no podemos confinarnos porque sino todo se va a la mierda: la economía, tu casa, tu familia. En otros países donde andan mejor de cash se están confinando a lo bestia porque viene gorda. Pero aquí aguantamos como podemos con una sanidad saturada en medio de una tercera ola que parece un tsunami tras unas vacaciones de Navidad que no podíamos dejar de celebrar: claro, lo importante es la tradición, no nuestra vida. Todo es muy cañí. Muy cutre. Con vacunas en frigoríficos esperando a ser puestas. Con una monarquía parásita y trufada de casos de corrupción y reyes desaparecidos, a lo Manu Chao. Con una pandilla de políticos que no se ponen de acuerdo aunque se les mueran los votantes de 100 en 100.  Todo muy de aquí, muy de pandereta.

En serio, piénsalo 2 veces.