26/05/2021
Hoy caduca el vale del 15 % de descuento en la compra de pescado en el supermercado La Sirena. En la ciudad de Jerusalén las sirenas anuncian un bombardeo. Todo se llena de gritos, miedo y fuego. Pongo el café en el fuego cuando mi jefe me llama y me pide otra versión del informe. ¡Odio el teletrabajo! Se piensan que siempre estoy disponible. Tengo ganas de matar. Justo a la hora en la que varios jóvenes mueren tiroteados por la policía colombiana. Sus madres lloran desesperadas. Una de ellas vomita al ver el cadáver de su hijo. Salgo de casa y esquivo el vómito de alguien que hizo botellón en la acera de mi casa. ¿Es que nadie piensa hacer nada? La justicia hace la vista gorda cuando una adolescente se suicida después de ser detenida por cuatro antidisturbios en Colombia y yo me pregunto: ¿Cuándo piensan pagarme las facturas que me deben? En la carnicería pido pollo del barato. Los cuerpos de los muertos se amontonan en la oscuridad de una morgue al atardecer. Entrego el informe y mi jefe me felicita. Nueve niños y veinticuatro personas han muerto en la franja de Gaza. ¡Maldita sea! Olvidé utilizar el vale del 15% de descuento en la compra de pescado en La Sirena. De nuevo las sirenas anuncian la guerra. Me termino la cena. Los cohetes surcan el cielo. Creo que me ha salido otra caries. La policía se prepara para matar. Tengo un poco de angustia en el esternón. Empieza la guerra. Me tomo una pastilla para dormir. Nadie duerme en Jerusalén.
Etiquetas: #textos, conflictos mundiales
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