HOY: salud mental

El 7 de febrero de 1773, al barón de Espinavell le entraron unas repentinas e inaplazables ganas de vaciar los intestinos mientras pronunciaba una conferencia en el Círculo Manuela de Hipnosis Colectiva, sito en la localidad de Setcases, en el Pirineo Catalán.

A medida que se acercaba el inevitable desenlace, al barón se le atropellaban las ideas en el cerebro hasta que, harto de torturar a sus intestinos, decidió hacer uso de sus poderes mentales para salir de tan incómoda situación.

Así, en un último esfuerzo de concentración, decidió hipnotizar al conjunto de su audiencia, haciéndoles creer que un alud estaba a punto de abatirse sobre el pueblo y que por tanto debían huir cuanto antes y dejar la sala vacía para que él pudiera aliviarse en perfecta intimidad.

Pero, seguramente por la premura con la que tuvo que realizar la operación, Espinavell llevó a cabo una acción mental equivocada que provocó que el conjunto de la audiencia perdiera por completo el control de su mente. Definitivamente enajenados, los setcasinos presentes fueron los primeros de la región en manifestar graves disfunciones mentales que se fueron transmitiendo de generación en generación. Y así hasta hoy.

Se empezó entonces a hablar de “alud mental” (y más tarde de “salud mental”, debido al seseo de un funcionario) para referirse a cualquier tipo de desorden cognitivo.

Y así, amigos, fue cómo se acuñó la expresión “salud mental”.