VIVIENDO AL LÍMITE

09/11/2021

by Lluís Segura

 

Me he descargado 1.865 juegos de la Playstation 1.

Jamás tendré tiempo para jugarlos todos.

Ella lee en la cama un libro sobre el poliamor de Brigitte Vasallo.

De fondo, suena el último disco de Laurent Garnier.

Post-rock mezclado con electrónica canalla.

Los bajos retumban por todo el vecindario.

Después de tantos días lloviendo ya ha salido el sol

y los destellos plateados iluminan la ciudad

que a ratos parece limpia, aunque huele a humo y soledad.

Mi padre nunca me hace caso, nos hemos cambiado los papeles,

ahora yo soy el padre y él es el eterno adolescente.

Mi madre sigue como siempre. Ayer se le cayó otro diente.

Para llevarla al dentista habrá que anestesiarla.

El tipo que tenía que instalarme la calefacción aún no me ha llamado

y en mi casa el frío empieza a apretar.

Cuenta mi padre que antes hacía más frío.

Nunca sé a que se refiere cuando dice “antes”.

Cuando me da por llorar lo hago en la ducha,

como en la película Blade Runner: “todos esos momentos

se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia”.

Y resulta que el planeta se está calentando.

Dice mi hijita de diez años que es porque el sol se acerca demasiado

y propone, riéndose, lanzar cohetes para alejarlo.

Le explico lo de la capa de ozono y lo del CO2,

pero en realidad no sé de que coño estoy hablando.

Su madre se ha quedado dormida

y puedo ver la curva de su trasero, ajena a su belleza.

Se me funden los polos.

¿En qué momento dejé de ser un niño

y empecé a vivir en una trampa?

 

by Lluís Segura

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